Winter is coming… (II)

Winter is coming… (II)

 

En esta segunda entrada sobre el frío y sus efectos en el ambiente laboral veremos las consecuencias a su exposición y las posibles medidas que podemos adoptar, tanto como trabajadores como empresarios.

Antes que nada conviene recordar los mecanismos naturales que tenemos para protegernos del frío (aparte de guarecernos o cubrirnos con ropa), que son varios: el primero de todos, la tiritera, nos sirve para generar calor con escalofríos, tanto más escandalosos cuanto más frío tengamos; también disponemos de la vasoconstricción, en la que los vasos sanguíneos más cercanos a la piel se “esconden” para que menos calor de la sangre se pueda escapar al exterior, siendo un fenómeno que se puede apreciar porque provoca palidez en el individuo; otro mecanismo es el de la piloerección para atrapar aire que sirva de colchón aislante, pero que ha perdido sentido con el tiempo ya que la evolución primero, y la estética actual posteriormente, han conseguido que los humanos tengamos cada vez menos pelo en el cuerpo. Otro mecanismo que tenemos, al menos en la infancia, es la de quemar grasa parda para generar calor, aunque ésta prácticamente ha desaparecido en la edad adulta y la que nos queda en su mayor parte es la grasa normal o blanca, que tiene en cambio una función de reserva energética y de aislante del frío y del calor.

Cuando ninguno de estos mecanismos de defensa es suficiente y no hemos podido resguardarnos o aislarnos del frío aparecen los diferentes efectos para la salud cuando la exposición es lo suficientemente larga e intensa.

El primero de ellos que veremos es la hipotermia, que es la bajada de la temperatura corporal por debajo de los 35ºC al perder más calor hacia el ambiente del que el cuerpo puede generar.

termçometro Cuando nuestra temperatura está en el rango de entre 33-35 ºC se considera leve y va acompañada de temblores, confusión mental y torpeza de movimientos. Entre los 30-33ºC se considera moderada y aparecen la desorientación, semiinconsciencia y pérdida de memoria. Cuando baja de 30ºC es una hipotermia grave, y los síntomas  son pérdida de la consciencia, dilatación de pupilas, bajada de la tensión y latidos cardíacos muy débiles y casi indetectables, pudiendo llegar a la muerte.

trinchera

El pie de trinchera tiene el origen de su nombre en la primera guerra mundial, cuando los soldados del frente pasaban semanas en ellas con temperaturas muy bajas y los pies mojados, aunque ya se conocía el fenómeno previamente de las guerras napoleónicas. Los síntomas más leves son picores, piel fría, dolor, entumecimiento y hormigueo, producidos por la vasoconstricción del sistema circulatorio en la zona; después se puede hinchar el pie y la piel se vuelve rojiza o azulada, y puede sangrar o supurar. En casos extremos se llegaba a la gangrena y la amputación del miembro.

alpinismoLa congelación provoca sensación de hormigueo seguida de entumecimiento, piel fría, pálida y dura, dolor, palpitación o falta de sensibilidad en el área afectada. Cuando es intensa provoca ampollas, gangrena y daños a tendones, músculos, nervios y huesos, y si no se actúa a tiempo, puede requerir la amputación del área afectada, como es bien conocido en el mundo del alpinismo.

Pero, ¿cómo podemos evitar que aparezcan estos daños provocados por el frío en el trabajo? Dependiendo de que seamos empresarios o trabajadores podremos hacer cosas diferentes.

Como empresarios, podemos tomar dos tipos de medidas: organizativas y técnicas.

Las medidas organizativas pueden resultar muy interesantes, ya que requieren la consulta y participación de los trabajadores, y si son consensuadas, muy efectivas ya que toda la organización las integra y hace suyas. Dentro de este tipo de medidas podemos contemplar el reparto de la exposición a las bajas temperaturas, o empezar los turnos o jornadas en horas del día más benignas para acabarlos cuando baje la temperatura, aprovechando el calor del sol. Por poner un ejemplo de reparto de la exposición, si en lugar de tener a un trabajador toda la jornada pasando frío en su puesto de trabajo le vamos turnando con otros compañeros, su situación cambia sin que suponga una medida compleja de aplicar; la segunda posibilidad, la de modificar la hora de entrada al turno de trabajo, puede ser más difícil en algunas situaciones, pero muy interesante en actividades al aire libre como la jardinería, la tala forestal o la construcción.

Otra medida organizativa es la de permitir al trabajador aclimatarse cuando se incorpore inicialmente a su puesto de trabajo, o tras una baja o vacaciones largas, exponiéndole gradualmente hasta que alcance su jornada completa; esto puede ser aplicable por ejemplo en el trabajo en cámaras frigoríficas, salas de despiece, etc. donde puede alternar las tareas habituales en ambiente frío con otras en un ambiente más favorable.

Como medidas técnicas podemos optar entre las de protección, formativas y ergonómicas

En trabajos en el exterior la protección se basa principalmente en el uso de ropas adecuadas. Recordemos que trabajar implica aumento de temperatura al aumentar el metabolismo, por lo que un exceso de aislamiento puede provocar que se sude y que al hacer pausas o disminuir la actividad nos enfriemos. Además una ropa holgada puede suponer un peligro inmediato de atrapamiento con maquinaria.

Para trabajos donde se pueda controlar el entorno se puede trabajar con puertas y ventanas cerradas, con una correcta ventilación y utilizando sistemas de climatización. También se puede recurrir a corrientes de aire caliente dirigidas a las manos cuando se necesite realizar manipulaciones que impliquen destreza manual (como se puede hacer en los coches dirigiendo la salida del aire caliente al volante). También podemos tratar de evitar el contacto con superficies frías para evitar la pérdida de calor por conducción.

Las medidas formativas a los trabajadores pueden ser centradas en el uso adecuado de la ropa, en la detección de los síntomas y signos de hipotermia y congelación precoces.

Las ergonómicas irán encaminadas por ejemplo a la elección de herramientas con mangos aislantes, del tamaño de los mandos a manipular, etc.

Y como trabajadores, ¿qué podemos hacer para protegernos?

Hacer las pausas periódicas establecidas en áreas habilitadas y aclimatadas para no ponernos en peligro y mantener el ritmo de trabajo, así como usar la ropa que nos proporcione la empresa para protegernos, con varias capas y holgada (sin que suponga un peligro por engancharnos en equipos de trabajo), que también nos ayudará a mantenernos calientes. Además, será necesario disponer de una muda de ropa seca en el caso de que esperemos sudar o exista el riesgo de empaparnos en algún momento.

A la hora de elegir nuestra dieta, podemos tratar de evitar el consumo de café y otros líquidos diuréticos, para evitar la pérdida de calor por la orina, y comer alimentos calóricos y ricos en grasa nos ayudará a soportar mejor el frío. También disponer de bebidas calientes, como chocolate, sopas, etc. nos servirá para mantenernos calientes.fabada

 

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